TRES TENDENCIAS EN COMUNICACIÓN PARA 2021
La pandemia del COVID-19 ha cambiado drásticamente nuestras vidas. Y no sólo en lo relativo a la salud, política o economía, ese parón forzado que sufrimos en 2020 nos ayudó a detenernos, mirar a nuestro alrededor y reflexionar. También nos hizo calzarnos unos zapatos nuevos que no han resultado cómodos en todas las situaciones y ha acelerado cambios que se estaban implementando de forma gradual.
Esos cambios se han visto también en el terreno de la comunicación donde, si bien la relación con los medios siempre seguirá siendo la piedra angular, poco a poco aparecen nuevas fórmulas que están cambiando la forma de trabajar de las marcas:
Nuevos mensajes
Cada vez más, comunicación y marketing se fusionan en sus estrategias, y no por una imprecisión en la definición de sus tareas, sino porque hoy las acciones tienen como centro al cliente final. Es por ello esencial que las marcas mantengan una escucha activa de lo que ocurre en la calle, de las conversaciones que se generan en la red, de las nuevas necesidades y preocupaciones que se generan o de las voces y comunidades que surgen. Así, con esa escucha, no sólo la oferta de producto es mucho más ajustada a la demanda, sino que los valores de la empresa, su personalidad, filosofía y alma, y su adhesión o rechazo a ciertos movimientos sociales, dan un paso adelante convirtiéndose, en muchas ocasiones, en la razón esencial por la que prensa o consumidores abrazan una marca.
Al mismo tiempo, aquel aislamiento de 2020 se ha traducido en una explosión de la necesidad de relaciones. Si analizamos el tono de las últimas campañas publicitarias de cualquier sector, podemos observar cómo se han multiplicado los mensajes emocionales que invitan al acercamiento, a compartir, al amor… Esto no es otra cosa que la respuesta al estado emocional de la sociedad y pretenden ser un faro de esperanza para la comunidad en una situación que, tristemente, pone en común a la población global.
Otra manera de celebrar eventos
Las restricciones actuales imponen la supresión de los grandes eventos multitudinarios. Lejos de ser una desventaja, esta situación puede ofrecer un nuevo abanico de posibilidades para las empresas.
Encuentros digitales, plataformas de streaming, podcasts o contenidos audiovisuales diseñados en función del canal, eliminan barreras geográficas y temporales, reducen costes, pueden llegar a una audiencia mucho más amplia y por supuesto son un reto apasionante de creatividad.
Por supuesto, la tecnología nunca sustituirá las sensaciones del cara a cara, por ello, si lo complementamos con reuniones reducidas y encuentros con esos colegas de la prensa, la relación se volverá aún más estrecha.
Las nuevas redes sociales
Finalmente, tras el reinado durante muchos años de Twitter como lugar de expresión sin censura y de Instagram como galería de exposición, llegan Tik Tok y Twitch que, sin olvidar los canales de YouTube, se instauran como nuevo punto de encuentro de creadores de contenido y audiencia.
De nuevo volvemos a esa conexión humana: esos creadores de contenido carismáticos, pero cercanos y naturales, son los nuevos influencers que, en un momento de desencanto hacia las instituciones, captan la atención del público.
Así tenemos los eventos híbridos, las nuevas redes sociales y la escucha activa para lograr una comunicación eficaz, pero, por encima de todo, lo que no debemos olvidar es que somos personas, vivimos en sociedad y está en nuestra programación interior relacionarnos y comunicarnos. Emoción, dinamismo, calidez, honestidad, creatividad, interacción… serán siempre el ingrediente secreto en cualquier tendencia a seguir.
