EL AUGE DE TWITCH
Las redes sociales son esa herramienta que nos conecta, en tiempo real, a todo lo que pasa en el mundo. Ya sea a nuestro alrededor más próximo o a miles de kilómetros de distancia donde creadores y seguidores crean una simbiosis que se retroalimenta al segundo. Esa relación, en algunos casos de dependencia por parte del seguidor y de presión absoluta para el creador por aumentar el engagement con su consumidor, activan el motor de cambio más vertiginoso de las últimas décadas.
Y es que en tan solo unos años, hemos visto como la rapidez de actualización de redes como MySpace, Fotolog o Facebook no era suficiente, provocando el nacimiento forzoso de otras mucho más inmediatas como Twitter, Snapchat o Instagram. En una sociedad social que se ha acostumbrado a la inmediatez, quedarse atrás es la muerte segura y la reinvención es la única forma de seguir adelante. Atrás quedaron la originalidad o autenticidad de los contenidos, todo es dar de comer al monstruo más hambriento de todos: el público de redes sociales. El nuevo perfil del consumidor de redes se ha visto afectado por la realidad de la pandemia, buscando ahora contenidos ligeros, de consumición rápida, de evasión de una realidad nueva y que desecha cada vez más la estética extremadamente cuidada y con una paleta de colores excesivamente definida.
El streaming como respuesta a la necesidad del consumidor actual
Es por ello que uno de los caminos de esta evolución haya sido la emisión en directo o el streaming, en el que no hay trampa ni cartón, ni filtros ni photoshop, un camino que va dirigido a convertirse en el futuro de las redes sociales. Partiendo de los directos de Instagram, surge la idea de ir un paso más allá y así es como Twitch comienza a posicionarse como la opción alternativa más conveniente para entablar una conversación a tiempo real con los seguidores con la comodidad de una pantalla de ordenador si se desea, dejando atrás los 60 minutos de directo de Instagram.
Twitch es la plataforma de streaming que permite emitir en tiempo real lo que el twitcher está haciendo. Nacida en 2011 su meta principal era el campo de los videojuegos y por tanto su público, una audiencia gamer, que conseguía en 2013 se alcanzara la cifra de 43 millones de visualizaciones al mes. No es de extrañar que viendo el tráfico que la plataforma conseguía, el gigante Amazon Inc. decidiera adquirirlo en 2014 por poco menos de mil millones de dólares.
Es de extrañar que con la trayectoria meteórica que llevaba Twitch desde sus inicios solo resonase en el mundo gamer, pero, tras una serie de implantaciones y alianzas, ha demostrado ser lo suficientemente grande, fuerte y rentable como para ser la competencia de otro gigante de las visualizaciones: YouTube.
El auge de esta plataforma a la que podemos denominar red social por su habilidad de conectar a las personas (twitcher y espectadores) radica en que cada vez más influencers se decantan por realizar retransmisiones en directo para sus seguidores; ya sea sobre un tema en concreto (anunciado en Instagram, del que aún se valen hasta la instauración total de Twitch al nivel de la primera) o bien contestar las preguntas que su audiencia les lanza durante el directo.
Nuevas oportunidades de las marcas para conectar con el consumidor
Pero no solo los influencers se han percatado del poder de Twitch para llegar a grandes audiencias. Las marcas han aprovechado la inmediatez y sensación de comunidad que produce el directo para realizar una suerte de evento 2.0 para potenciar colecciones o lanzamientos especiales. Para ello se valen, al igual que los influencers, de la red social Instagram para convocar a su audiencia a una retransmisión especial que les permita acceder al backstage, a un concierto o a la inauguración de una tienda al otro lado del mundo. Pero no acaba ahí, ya que muchas marcas han sabido aprovechar la audiencia existente de Twitch y usarla en su favor, llevando sus colecciones a los videojuegos y haciendo que los streamers más famosos del mundo, con audiencias de infarto, convoquen a sus seguidores para ver cómo se sumergen en ese nuevo mundo que aúna moda y gaming. Quizás nos encontremos con el nuevo escaparate tecnológico que se une a este avance de reinvención de las marcas. En un momento en el que las relaciones personales son físicamente distantes, esta posibilidad ofrece la opción de atraer más personas de las que cabrían en cualquier evento físico y permitir un uso publicitario casi imperceptible, envuelto en el velo de una colaboración que no es tal cosa si no un elemento más de un show retransmitido en vivo directo. ¿Discurso de honestidad? ¿Sentimiento de pertenencia a la marca? ¿Aspiración a conseguir ser como ese ídolo que atrae a miles de personas solo para verle hablar? Check.Check. Check.
Por ello, podríamos afirmar que la realidad de la inmediatez y el sentimiento de comunidad juegan un papel crucial en el éxito de las nuevas redes sociales, y que Twitch se instaurará en el uso diario como lo han hecho sus predecesoras. A través de una continua reinvención, todas las industrias han de adaptarse a la realidad de un mundo marcado por la pandemia en la que ya no solo el ‘ahora’ es ley, si no que la vida y la interacción a través de una pantalla está más que nunca a la orden del día.
